Guía de SEO

Técnico: cómo optimizar tu web paso a paso

Cuando hablamos de SEO muchas veces pensamos en palabras clave, en publicar artículos o en aparecer en Google. Pero detrás de todo eso hay una parte fundamental que suele pasarse por alto: el SEO técnico. Sin él, cualquier esfuerzo en contenidos o en redes sociales puede quedarse invisible.

El libro SEO Técnico. Aprende a optimizar una web para mejorar su visibilidad en buscadores de Human Level Communications explica con detalle qué significa y cómo aplicarlo. Aquí tienes una guía práctica inspirada en sus enseñanzas, pensada para que cualquiera, incluso sin conocimientos previos, pueda entender los conceptos básicos y empezar a aplicarlos.

1. ¿Qué es el SEO técnico y por qué importa?

El SEO técnico se refiere a todos los aspectos de tu web que permiten a Google rastrear, entender e indexar tu contenido. Dicho de otra manera: si tu web no está preparada técnicamente, Google no podrá mostrarla aunque tu contenido sea excelente.

Imagina que tu web es una casa. El SEO técnico sería la cimentación, la estructura y las puertas por las que entra la gente. Si la casa está mal construida o las puertas están bloqueadas, nadie podrá entrar.

2. El punto de partida: investigación de palabras clave

Antes de optimizar nada, hay que saber qué busca tu público. El libro insiste en que la investigación de palabras clave no es solo hacer una lista, sino comprender la intención de búsqueda.

Por ejemplo, no es lo mismo que alguien busque “mejor cámara réflex” (quiere comparar) que “comprar Canon EOS 250D” (está listo para comprar). Esa diferencia marca el tipo de contenido que debes ofrecer.

3. Diseñar una estrategia clara

El SEO no es una lista de trucos, es una estrategia. Hay que alinear lo que hacemos con los objetivos de negocio.

Un buen punto de partida es hacer una auditoría de tu web:

  • Revisar qué páginas recibe Google y cuáles no.

  • Analizar la competencia para ver qué hacen bien.

  • Identificar tus fortalezas y debilidades.

Solo así sabrás hacia dónde orientar tus esfuerzos.

4. Arquitectura web: orden ante todo

Google y tus usuarios agradecen que tu web esté bien organizada. Si los contenidos están enterrados o mal enlazados, será más difícil encontrarlos.

Algunas recomendaciones básicas:

  • Organiza tus páginas en categorías y subcategorías lógicas.

  • Usa migas de pan (breadcrumbs) para mejorar la navegación.

  • Evita tener páginas duplicadas o con el mismo título.

  • Piensa en jerarquía: la página principal, las secciones, los artículos.

5. Rastreo e indexación: que Google pueda entrar

Google utiliza robots para visitar páginas y decidir si las indexa o no. Pero esos robots necesitan acceso.

Claves para asegurarte de que tu web se indexa bien:

  • Incluye todas tus páginas importantes en el sitemap.

  • No bloquees contenido en el archivo robots.txt salvo lo que realmente no quieras mostrar.

  • Evita etiquetas “noindex” en páginas que sí deben aparecer en Google.

  • Asegúrate de que las páginas estén enlazadas desde algún lugar interno.

Si una página no está enlazada ni incluida en el sitemap, es como si no existiera.

6. Datos estructurados: hablar el idioma de Google

Los datos estructurados son fragmentos de código que ayudan a Google a entender tu contenido. Gracias a ellos, tu web puede aparecer con estrellas, preguntas frecuentes o eventos destacados en los resultados.

Aunque parezca técnico, hoy existen herramientas que facilitan mucho añadirlos. Lo importante es usarlos para reforzar la confianza en tu web y dar más contexto sobre lo que ofreces.

7. Rendimiento y velocidad: la experiencia del usuario

Google mide la experiencia que ofreces con indicadores como los Core Web Vitals. Pero no hace falta obsesionarse con tecnicismos: lo esencial es que tu web cargue rápido y funcione bien en móviles.

Algunas acciones sencillas para mejorar el rendimiento:

  • Reducir el tamaño de las imágenes antes de subirlas.

  • Usar un sistema de caché para que la web no cargue desde cero cada vez.

  • Evitar plugins innecesarios en WordPress.

  • Revisar que el menú y los botones funcionen bien en el móvil.

8. Problemas comunes en webs grandes

Si tu web crece mucho, aparecen nuevos retos:

  • Gestionar el presupuesto de rastreo (Google dedica un tiempo limitado a tu sitio).

  • Evitar contenidos duplicados en categorías o etiquetas.

  • Optimizar la base de datos y el hosting para que no se ralentice.

Aquí conviene apoyarse en herramientas de análisis SEO o en consultores especializados.

9. SEO internacional: cuando quieres salir fuera

Si tu web quiere llegar a otros países, hay que tener en cuenta que no basta con traducir. La optimización internacional implica adaptar los contenidos a cada mercado, cuidar los dominios o subdirectorios y usar etiquetas hreflang para indicar el idioma de cada página.

10. Medir y ajustar: la analítica SEO

El SEO no es estático. Una vez aplicados los cambios, hay que medir resultados. Google Search Console y Google Analytics son las herramientas básicas para empezar.

Fíjate en:

  • Qué páginas reciben más visitas desde Google.

  • Con qué palabras clave llegan los usuarios.

  • Cuánto tiempo permanecen en la página.

  • Qué contenidos tienen peor rendimiento para mejorarlos.

Conclusión

El SEO técnico no es magia, ni está reservado a programadores. Es sentido común aplicado a cómo funciona Google. Si tu web está bien estructurada, se carga rápido, es fácil de rastrear y ofrece una buena experiencia al usuario, ya tienes más de la mitad del camino recorrido.

El contenido es importante, pero sin una base técnica sólida, nunca brillará. Piensa en tu web como en una casa: sin cimientos firmes, por muy bonita que sea la decoración, tarde o temprano se caerá.


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