Cómo mapear a tus grupos de interés

Todo proyecto cultural o social, grande o pequeño, se mueve en un ecosistema de relaciones. No basta con pensar en los beneficiarios directos: hay alrededor un conjunto de actores que influyen, apoyan, critican o se ven afectados por lo que hacemos. A ese conjunto lo llamamos grupos de interés o stakeholders.

Aprender a mapearlos es un paso fundamental en la gestión de impacto. Porque sin ellos, un proyecto no existe; y con ellos, puede alcanzar dimensiones que nunca habríamos imaginado.

¿Qué significa mapear grupos de interés?

Mapear grupos de interés es identificar, clasificar y comprender a todas las personas, instituciones y colectivos que participan en un proyecto o que se ven influidos por él.

El objetivo es doble:

  1. Saber a quién afecta lo que hacemos.
  2. Definir cómo nos relacionamos con cada grupo.

Un festival de música, por ejemplo, no impacta solo en los asistentes: también en los vecinos, las autoridades locales, los comercios, los artistas, los medios de comunicación y hasta en los patrocinadores.

Los diferentes tipos de grupos de interés

Para que el mapeo sea útil, conviene organizar a los stakeholders en categorías. Algunas de las más comunes son:

  • Beneficiarios directos: las personas que participan en la actividad (ej. público de un taller, estudiantes de un programa educativo).
  • Beneficiarios indirectos: quienes se benefician de manera secundaria (familias, comunidad del barrio).
  • Socios y colaboradores: entidades culturales, ONGs, empresas, instituciones públicas.
  • Financiadores y patrocinadores: organismos que aportan recursos económicos o materiales.
  • Comunidad local: vecinos, asociaciones de barrio, comerciantes.
  • Administración pública: ayuntamientos, consejerías, ministerios.
  • Medios de comunicación: difunden y legitiman el proyecto.

Cómo hacer un mapa de stakeholders paso a paso

1. Identificación

Haz una lista amplia de todos los actores relacionados con tu proyecto. No filtres demasiado en esta fase: mejor que sobren nombres a que falten.

2. Clasificación

Ordena los grupos según criterios como:

  • Nivel de interés: ¿cuánto les importa el proyecto?
  • Nivel de influencia: ¿cuánto poder tienen para impulsarlo o bloquearlo?

Un esquema muy usado es la matriz interés-influencia, que sitúa a cada grupo en un cuadrante:

  • Alto interés / alta influencia → socios estratégicos.
  • Alto interés / baja influencia → beneficiarios clave.
  • Bajo interés / alta influencia → actores a vigilar.
  • Bajo interés / baja influencia → entorno secundario.

3. Análisis de expectativas

Pregunta: ¿qué esperan cada uno de estos grupos del proyecto? ¿Qué temen? ¿Qué valor les aporta participar?

4. Estrategia de relación

Define cómo vas a vincularte con cada grupo: informar, consultar, implicar, colaborar, co-crear. No todos requieren el mismo nivel de relación.

Ejemplo práctico

Supongamos un proyecto de teatro comunitario en un barrio:

  • Beneficiarios directos: jóvenes participantes → necesitan formación, motivación y acompañamiento.
  • Beneficiarios indirectos: familias → esperan ver mejoras en autoestima y socialización.
  • Comercios locales: esperan más movimiento y consumo durante las funciones.
  • Ayuntamiento: busca cohesión social y legitimidad política.
  • Medios locales: quieren historias inspiradoras para compartir.

Con un buen mapeo, el proyecto podrá diseñar mensajes y estrategias específicas para cada grupo, evitando conflictos y generando alianzas.

Ventajas de mapear grupos de interés

  • Anticipa riesgos: identificar posibles resistencias antes de que se conviertan en problemas.
  • Construye alianzas: permite ver oportunidades de colaboración inesperadas.
  • Mejora la comunicación: cada grupo recibe el mensaje que realmente necesita.
  • Refuerza el impacto: al implicar a más actores, el proyecto multiplica su alcance.

Conclusión: sin mapa no hay camino

Un proyecto cultural o social no puede pensarse en solitario. El impacto no surge solo de lo que hacemos, sino de cómo interactuamos con todos los que nos rodean.

Por eso, mapear los grupos de interés no es un formalismo, sino una herramienta de estrategia y sostenibilidad. Es la manera de convertir un proyecto aislado en un motor de transformación compartida.

3 de junio de 2024
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