Medir el impacto cultural empieza con algo muy sencillo: preguntar a las personas que han vivido la experiencia.
Las encuestas son una herramienta directa, económica y accesible para recoger opiniones, emociones y aprendizajes.
Permiten saber si el proyecto cumplió sus objetivos, si el público se sintió parte y qué cambios perciben quienes participaron.
Pero diseñar una buena encuesta cultural no consiste solo en redactar preguntas: es construir un espacio de escucha.
“Medir impacto es, antes que nada, una forma de escuchar con atención lo que la cultura provoca en la gente.”
1. Por qué usar encuestas en proyectos culturales
Las encuestas ayudan a pasar de la intuición a la evidencia.
Sirven para:
- Evaluar la satisfacción de los participantes.
- Detectar aprendizajes o cambios de percepción.
- Conocer mejor al público o comunidad.
- Identificar mejoras para futuras ediciones.
- Recoger testimonios que refuercen la comunicación del impacto.
Además, fomentan la transparencia: demuestran que el proyecto se preocupa por la opinión de quienes lo viven.
2. Tipos de encuestas
Según el momento del proyecto
- Antes del proyecto (línea base): para conocer expectativas, hábitos o situación inicial.
- Durante: para ajustar actividades o recoger impresiones en tiempo real.
- Después: para evaluar resultados, satisfacción e impacto percibido.
Según el formato
- Presencial o en papel: ideal en actividades sin acceso digital.
- Online: mediante herramientas como Google Forms, Typeform o KoboToolbox.
- Mixta: combinando ambas modalidades para aumentar la participación.
Según el objetivo
- Encuestas de satisfacción.
- Encuestas de aprendizaje o cambio.
- Encuestas de percepción cultural o social.
3. Estructura básica de una encuesta cultural
Una buena encuesta debe ser breve, clara y coherente con los objetivos del proyecto.
Entre ocho y doce preguntas suelen ser suficientes.
Estructura sugerida:
- Datos generales (opcionales y anónimos): edad, género, lugar de residencia, vínculo con el proyecto.
- Participación: cómo conoció la actividad, si es la primera vez que participa, frecuencia de asistencia.
- Experiencia: nivel de satisfacción, ambiente, accesibilidad, organización.
- Aprendizajes o emociones: qué se lleva, qué descubrió, qué cambiaría.
- Percepción de impacto: cómo cree que la actividad afecta al entorno, la comunidad o su vida personal.
- Sugerencias: ideas para mejorar o repetir.
4. Tipos de preguntas
Cuantitativas
Permiten medir tendencias, comparar y generar gráficos.
- Escalas numéricas (1–5 o 1–10).
- Opciones múltiples.
- Porcentajes o grados de acuerdo (“Muy de acuerdo / De acuerdo / En desacuerdo”).
Ejemplo:
“Valora tu nivel de satisfacción general con la actividad (1 = muy bajo, 5 = muy alto).”
Cualitativas
Capturan matices, emociones y relatos personales.
- Preguntas abiertas o semiestructuradas.
- Ejemplo: “¿Qué ha significado para ti participar en este proyecto?”
Lo ideal es combinar ambos tipos para obtener datos sólidos y voces humanas.
5. Consejos prácticos para diseñar una encuesta
- Define un objetivo claro. Cada pregunta debe responder a una necesidad concreta.
- Usa lenguaje sencillo y positivo. Evita tecnicismos o frases largas.
- Haz una prueba piloto. Testea la encuesta con un pequeño grupo antes de lanzarla.
- Garantiza el anonimato. Es esencial para obtener respuestas honestas.
- No la alargues. Más de diez minutos de duración puede reducir la tasa de respuesta.
- Incluye una nota de agradecimiento. Reconoce el tiempo de quienes responden.
- Cierra con una invitación. “¿Quieres seguir participando o recibir información de próximas actividades?”
6. Ejemplo de encuesta breve para un proyecto cultural
Título: Evaluación del proyecto “Arte y comunidad en el barrio”
Objetivo: Conocer la experiencia de los participantes y el impacto percibido.
-
¿Cómo supiste del proyecto?
- Redes sociales
- Vecinos o amigos
- Cartelería / medios locales
- Otro (especifica)
-
¿Habías participado antes en alguna actividad cultural del barrio?
- Sí
- No
-
¿Qué valoración haces del proyecto?
- Organización: 1–5
- Actividades: 1–5
- Trato del equipo: 1–5
-
¿Qué ha significado para ti participar?
(respuesta abierta) -
¿Crees que el proyecto ha fortalecido el sentido de comunidad?
- Mucho
- Algo
- Poco
- Nada
-
¿Qué te gustaría que mejorara o se repitiera?
(respuesta abierta) -
¿Recomendarías esta experiencia a otras personas?
- Sí
- No
- No estoy seguro/a
7. Herramientas digitales recomendadas
- Google Forms: gratuita, sencilla y exporta datos en hojas de cálculo.
- Typeform: diseño visual e intuitivo, ideal para públicos jóvenes.
- SurveyMonkey: útil para proyectos grandes o con públicos segmentados.
- KoboToolbox: muy práctica para proyectos sociales o en contextos con baja conectividad.
- Microsoft Forms o LimeSurvey: opciones institucionales con control de privacidad.
8. Cómo analizar los resultados
Una vez recogidas las respuestas, convierte los datos en aprendizajes:
- Calcula porcentajes y medias para preguntas cerradas.
- Clasifica respuestas abiertas por temas o emociones.
- Identifica patrones (por ejemplo: “las personas mayores valoran más la accesibilidad; los jóvenes, la creatividad”).
- Resume los hallazgos en una tabla o infografía.
Ejemplo de análisis simple:
Pregunta | Resultado principal | Interpretación |
---|---|---|
Nivel de satisfacción general | 4,6 / 5 | Alta satisfacción general |
¿Recomendarías la experiencia? | 92 % Sí | Fuerte conexión emocional |
¿Se fortaleció la comunidad? | 80 % responde “Mucho” o “Algo” | Buen impacto social |
Comentarios abiertos | Palabras clave: “amistad”, “orgullo”, “creatividad” | Valor simbólico alto |
9. Cómo comunicar los resultados
No dejes que los datos duerman en una hoja de cálculo.
Convierte los resultados en un relato visual y comprensible:
- Incluye citas reales de participantes.
- Usa gráficos simples y comparativos.
- Resalta tres ideas clave: qué funcionó, qué aprendiste y qué mejorarás.
- Devuelve los resultados a quienes participaron: la evaluación también es un acto de transparencia y reconocimiento.
“Una encuesta no termina cuando se contesta, sino cuando sus resultados se comparten con quienes los hicieron posibles.”
Conclusión: escuchar es también evaluar
Las encuestas a participantes son el punto de encuentro entre la evaluación y la participación.
Permiten que la comunidad se exprese, que los proyectos aprendan y que la cultura demuestre su capacidad transformadora.
Medir el impacto con encuestas no es un trámite, sino una forma de escucha activa, una herramienta de cuidado y diálogo que convierte cada proyecto en un proceso vivo de aprendizaje compartido.